domingo, 9 de noviembre de 2008

primer ensayo cuasifilosófico

Siempre busco empezar de nuevo todo, aunque empezar todo de nuevo sea humanamente imposible. Pero es que siempre me canso de mi, de las reacciones predecibles, de como me ven de afuera (algunos más que otros...).



Resulta que me pongo a replantearme todo. Sí, me agarra así, las ganas como de Descartes de dudar de todo, coincido plenamente con él en dudar principalmente de esas cosas que son costumbre y que nos impusieron y que generalmente no analizamos. Yo quiero agarrar todo con pinzas y ponerlo bajo el microscopio, a ver como llego a mi cabeza y bajo que argumento y si realmente vale la pena que este ahí o es simple estorbo. ¡Es que es más que estorbo! Lo que está en nosotros -de cosas mentales hablo- y no "sirve" realmente no hace más que trabarnos a otras cosas, por eso creo también en las ideas de Grotowski, que habla de la "Vía negativa", refiriendose con esto a que no enseña al actor cosas, sino que lo hace desaprender otras que son obtáculos. Eso: obstáculos. Hay costumbre, formalidades, metidas en nuestras cabezas que son obtáculos a un desarrollo más puro, más fluído. Decía la profesora de filosofía (Diana) que hemos perdido en la filosofía moderna dos cosas (respecto a la antigua filosofía -seguramente hemos perdido cosas y ganado otras pienso yo cabe aclarar, siempre es así, como dice Kuhn: los nuevos parádigmas tienen a su vez nuevos problemas-): una concepción de seres vivos como conjunto, es decir el sentirnos todos parte de una creación común, el entendernos todos similares por ser seres vivos (que también se podía relacionar con que antes la religión hacía que todos pensaran en un origen en común que los emparentaba -Dios como creador-, pero estoy tomando la primer idea en consideración dado mi ateísmo); y lo otro de lo que nos habíamos olvidado era nuestro carácter animal, nuestra parte instintiva. A todo esto decía Diana -a esto podemos llamar "la filosofía práctica de Diana", su dialéctica descendente!- que con eso de no vernos con un origen común prevalecíamos nuestra individualidad, y el otro es el otro, y nos sentimos más solos e inseguros, y entablamos vínculos con muchas cosas materiales en vez de apoyarnos en los otros seres vivos, y con toda esa confusión de prioridades estamos asustados, paranoicos...



No hay comentarios: